África, para todos África

Sigo sin entender por qué en muchos lugares la mayoría de la gente trata a África como si fuese un solo país. Desde que comenté (allá por Noviembre de 2014) que mi próximo viaje tenia como destino a Tanzania, todo el mundo comenzó a advertirme del ébola y a mostrarme su preocupación. Fue así que entre tanta gente preocupada, terminé asustándome y comencé a averiguar. ¿Saben ustedes que Tanzania, por ejemplo, se encuentra a una distancia mayor del foco del ébola que varios países de Europa?Con tanta gente cercana preocupada por mi viaje, es que hasta pensé en cambiar el destino del mismo. Sin embargo, los sueños y deseos pudieron más y decidí continuar con mi idea.

Es que África es mi continente favorito por lejos y no pude negarme a la tentación de visitarlo. No fue la primera vez: el año pasado tuve la suerte de visitar Marruecos, anteriormente había estado en Sudáfrica y Egipto; y en este último viaje conocí Tanzania y Kenia. No se imaginan lo diferente que son estos países, la variedad de costumbres, paisajes, comidas e idiomas (a veces hasta 11 lenguas en un mismo país como en Sudáfrica) que se pueden encontrar. África es tan grande como diferente.

Los países del norte como Marruecos, Túnez y Egipto poseen influencias de Europa por su cercanía y predomina la cultura árabe. Clima seco y el mismísimo desierto del Sahara como escenario de los bereberes. La África blanca.

Ahora, si uno viaja al centro-sur del continente, va encontrarse países muy diferentes. Con Sudáfrica, Tanzania y Kenia por ejemplo, destinos por excelencia para los safaris, que presentan parques nacionales gigantescos, con una vegetación abundante, clima similar al subtropical y poca influencia de la cultura árabe. La África negra.

Definitivamente África tiene mucho para dar. Y siendo tan diferente una región de otra, es que la gente (no toda sinceramente) debería empezar a interiorizarse más sobre este continente mágico y tan desvalorizado. ¡Viva África!