En mi viaje a Chile por trabajo tuve sólo 2 días libres. En el primero de esos días visité Viña del Mar y en el segundo, el lugar elegido fue Valparaíso. La distancia entre las dos ciudades hizo que pudiera recorrer ambas.
Mi día comenzó temprano en el hostel en el que me había quedado en Viña y tras desayunar en compañía de viajeros europeos, me tomé un bus de línea hasta Valparaíso, sin tener idea siquiera dónde debía bajarme ni cuánto demoraría en llegar.
Le pregunté al conductor del bus dónde debía bajarme y me dijo que me podía dejar en el cerro Barón, donde había una buena vista. Así que como no conocía nada y no tenía ninguna referencia, me bajé allí. Saqué unas fotos aéreas de la ciudad y bajé enseguida del cerro para empezar a caminar por lo que me pareció que era la avenida principal de Valparaíso. El tráfico y la gente me indicaba que tenía que caminar por allí.
Entre trolebuses, ferias y artistas callejeros, me perdí por las calles de “Valpo”, una forma diferente de llamar a la ciudad. Fue muy bueno encontrarme con plazas repletas de gente en ferias de antigüedades sin saber que existían. Fue como encontrar la parte no turística de la ciudad, que muchas veces son las más interesantes de las mismas.
Una persona me había indicado que podía ir a visitar la zona portuaria y el monumento a Prats, que el mapa que me habían dado en el hostel de Viña indicaba que se encontraba al otro lado de la ciudad.
Como mi idea era conocer todo lo que pudiese, decidí caminar a conocer el monumento. Me tracé en el mapa un recorrido por lo que yo creía que eran las principales calles, intercambiándolas de rato a rato para poder pasar por las plazas y catedrales que aparecían identificadas. Ninguna de ellas me llamó la atención.
Ya llegando al lugar, bajé a caminar por la calle que daba al mar y conocí una zona “portuaria” que parecía mucho más turística de lo que venía viendo. Allí, tras tomar unas fotos del monumento, encontré un puesto de turismo donde pregunté qué era lo que no debía perderme de Valparaíso. Una mujer muy amable me indicó que tenía que subir a los cerros, cosa que no venía haciendo.
Entonces, sin perder el tiempo, tomé la decisión de empezar a subir a los cerros de la ciudad. En ese momento me hice una pregunta: ¿tendría que caminar mucho para subir y bajar de ellos?.
La respuesta es no, no hace falta caminar tanto para poder visitar los cerros, ya que una característica típica del lugar es que existen ascensores pagos (de un precio bajo) para subir a ellos. Me pareció de lo más interesante y obviamente utilicé uno de ellos para poder ver de qué se trataba. Los ascensores son muy antiguos y uno se pregunta si realmente podrán resistir el peso de toda la gente que los utilizan.
Al primer cerro que subí fue al Artillería, al cual subí a través de su ascensor que es muy colorido. La verdad es que el cerro tiene una muy linda vista, pero también es cierto que esperaba encontrar más en sus casas y paseos. Sin embargo, no me desanimé y bajé caminando para ir en busca de nuevos lugares.
Una vez debajo, caminé hacia los cerros Alegre y Concepción y subí a ellos, ya que eran los otros que me habían recomendado. ¡Ahora sí había encontrado lo más interesante de Valparaíso!
Las calles, las casas y los locales que estaban en estos cerros eran de lo más pintoresco y la verdad es que había mucho por recorrer. Restaurantes, iglesias, paredes decoradas y todo en estos barrios era un atractivo más.
A eso de las 18hs tenía un bus de vuelta a Santiago, por lo que el tiempo que tenía para caminar no era mucho. Me fui sabiendo que me faltaron conocer muchos lugares. Ahora, tras mi día de visita en Valparaíso, me doy cuenta que perdí algo de tiempo por la mañana caminando por las partes bajas de la ciudad y debería haber subido desde un primer momento.
Después de haber recorrido Viña y Valparaíso, puedo decir que el contraste entre las dos ciudades es muy grande. A pesar de estar a pocos minutos de distancia y de estar ambas sobre el mar, las dos ciudades son muy diferentes. Mientras en Viña se destaca su costanera y sus playas, en Valparaíso lo que se destaca son sus cerros y sus casas.
Ambas ciudades muy diferentes, ambas ciudades dignas de ser conocidas…
que ganitas de conocer Chile!!! bueno…y el resto de Suramerica! Una preguntita, viajando como backpacker que presupuesto tendriamos que considerar? muchas gracias!!
Hola!! Cómo están?
Mira, no puedo decirte un presupuesto incluyendo comida, hospedaje y traslados, ya que la gran mayoría del viaje lo ha pagado la empresa que me envío. Pero para que tengan una idea, el hostel en Viña del Mar (la noche) me ha costado cerca de 10.000 pesos Chilenos (aprox. 20 US$).. Comer una hamburguesa, un sandwich o lo que gusten en una sandwichería, cuesta entre 5.000 y 7.000 pesos chilenos..
Espero que con estos valores, puedan hacerse una idea..
Ya saben que los esperamos en Sudamérica y si visitan Buenos Aires, ya tienen a su anfitrión!! Me avisan y veré la manera de poder ayudarlos con todo!!
Saludos!!
Tener la oportunidad de conocer nuevas cosas es estupendo, ya que viajar nos permite cambiar de rutina, conocer nuevos lugares, vivir nuevas experiencias, pasarla súper rico en cada lugar que vayamos. Y si podemos viajar en compañía de nuestros seres queridos seria genial.
Saludos
Hola!
Qué pena que tuviste tan poco tiempo para conocer Viña y Valpo. Tal como dices, son muy diferentes. Mala decisión también fue empezar viendo Valparaíso «por abajo» ya que la gracia está en sus cerros y en lo que encuentras en sus calles escondidas. Espero que vuelvas a tener la oportunidad de viajar a Chile y te repitas el plato con la quinta región, porque hay mucho más por ver 😀
Hola Nicole!! Totalmente de acuerdo, por eso quiero contarles a todos los que no conocen, de que la gracia está en sus cerros.
Ojalá pueda volver a Chile y esta vez quedarme unas noches en Valparaíso (me quedé con muchas ganas).
Un saludo grande!!
Amo Valpo y con tu relato pero sobre todo con tus fotos me llevaste nuevamente a ese rinconcito del mundo del que me siento prendido!
Abrazos y que sigan los buenos rumbos!!!
Gracias Juanma por pasarte y comentar! La verdad es que siempre da gusto recordar algún lugar al que uno fue y disfrutó visitar!
Saludos y buenos viajes!