No sé si alguien se habrá preguntado en qué anduve todo este tiempo, pero hace mucho (para mí gusto: muchísimo) que no escribo en el blog. Diferentes motivos personales, trabajo y otras cuestiones hicieron que deje de escribir. Quizás de forma irónica, no fue la falta de viajes la que me hizo dejar de escribir. Ahora llegó el momento del regreso, la hora de volver a escribir y retomar este proyecto que me dio tantas satisfacciones. ¿Quieren saber qué pasó en todo este tiempo?
1) Abril: Viaje a Marruecos
Quizás con el viaje más importante en lo que va del año es que se dio el quiebre y abandoné la escritura. No sé lo que pasó, pero después del viaje y con mucho por contar, no me sentí inspirado ni con ganas de escribir. Sin embargo, esto no va a impedir que les cuente los detalles de para mí, uno de los viajes más interesantes que realicé en mucho tiempo.
Fueron 11 días allá por el mes de Abril en donde recorrí junto a un amigo tres de las ciudades más reconocidas del país: Casablanca, Fez y Marrakech. Sin olvidarme de una de las experiencias más increíbles de mi vida: una excursión al medio del desierto del Sahara para dormir en una tienda bereber (grupos étnicos del norte de África). Una experiencia 100% recomendable.
2) Junio: Siempre vuelvo a Bariloche
Está claro que trabajando en relación de dependencia se hace muy difícil realizar viajes largos de forma seguida; es por eso que para calmar mis ganas de viajar es que salgo a hacer escapadas de fin de semana a destinos más cercanos.
Como casi todos los años, elegí Bariloche para hacer un viaje corto de 2 días. El día que comenzaba la temporada de invierno 2014 en el centro de Ski yo estaba ahí junto a un amigo. Lamentablemente el clima no ayudó, y con lluvia los dos días, el viaje terminó siendo un tour gastronómico (yo feliz). Cerveza artesanal, ahumados, chocolates, todo lo que se puede comer en Bariloche, en solo dos días.
3) Agosto: Mi primera vez en Atacama
En otra de estas escapadas la elección fue conocer un nuevo lugar en el mundo: San Pedro de Atacama. De Buenos Aires a Santiago de Chile y de ahí hasta Calama. Esos fueron los vuelos que hicieron falta para llegar a la ciudad más cercana a este pueblo del norte de Chile.
Mucho frío, clima seco, cambios de altura y excursiones a los géiseres del Tatio y a la laguna Cejar fueron algunos de los condimentos de este nuevo viaje. Un lugar con muchas cosas para hacer y con uno de los cielos más limpios del mundo, en donde las estrellas se llevan el protagonismo.
4) Septiembre: De bodegas y alta montaña en Mendoza
No era la primera vez que visitaba la ciudad de Mendoza, pero sí era la primera vez que me decidía a recorrer en serio. El primer día del viaje fue de descanso; visita a una bodega típica de la región, tomar unos vinos y no mucho más. Pero el día Domingo, el segundo día del viaje, fue suficiente para realizar un recorrido de 200kms de distancia uniendo a la ciudad de Mendoza con la base del Cerro Aconcagua (de una altura máxima de 6.962 m.s.n.m.). Lugares como Uspallata, Puente del Inca y el embalse de Potrerillos completaron un día excelente.
La ruta fue todo una sorpresa para mí, las vías del tren ¿abandonado? que nos acompañaron durante todo el viaje, el río Mendoza siempre visible, los túneles para atravesar la montaña, la nieve, todos elementos que hicieron de la ruta, un atractivo más.
5) Septiembre: Por trabajo a Salta
Dos días después de mi viaje a Mendoza me tocó visitar la ciudad de Salta. Esta vez no fue por placer que realicé el viaje, sino que me tocó ser parte de una feria de turismo que se realizó en Salta en el mes de Septiembre (Travel Mart Latin America). Habrá sido por trabajo, pero disfruté viajar como si no lo fuese. Tomar el vino Salteño, comer las empanadas típicas, los tamales, todo eso también es turismo y placer.
6) Octubre y lo último: la Oktoberfest Argentina
Ya en el mes de Octubre se me dio la posibilidad de visitar Villa General Belgrano con dos amigos. Era mi primera vez en la Villa y por supuesto, mi primera vez en la fiesta de la cerveza. Llegamos el día Sábado y ya todo estaba preparado para que comience la fiesta. Banderas de todos los países, vestimentas típicas y el parque cervecero dispuesto a recibir a todos los turistas.
Ya dentro del parque cervecero nos decidimos a recorrer cada uno de los stands que se encontraban preparados para la ocasión. Comidas típicas como salchichas con chucrut, strüdel y el típico brezel (pan horneado que tiene forma circular entrelazada) son algunos de los productos que podían encontrarse.
Obviamente, las cervezas son las protagonistas: desde cerveza verde (de menta), hasta cerveza con frambuesa, pasando por la rubia, negra, roja. Sí, probamos todas y cada una de ellas. Vale la pena una escapada para conocer la fiesta.
¿Quieren saber qué estoy haciendo ahora? Y ahora me encuentro pensando en un nuevo destino…
Muy buen resumen y excelentes fotos!!!